1.

Al darles un poco de margen, aceptarán rápidamente el Gametimer. Tu hijo/a es responsable de su tiempo de pantalla dentro de los límites establecidos. Todo el mundo necesitará un tiempo para adaptarse, pero los niños aprenden rápido.

2.

Habla con tu hijo/a y llega a un acuerdo mutuo acerca del tiempo de pantalla diario permitido. Si a tu hijo/a se le motiva a pensar sobre el tiempo diario dedicado a la pantalla, obtendrás su apoyo. Llega a nuevos acuerdos con él/ella si, por ejemplo, hay cambios en el horario escolar.

3.

Los niños saben cuándo se les ha terminado el tiempo para jugar. Después, el niño tiene la oportunidad de cerrar o de finalizar el juego de forma correcta.

4.

El objetivo de Gametimer es el de llegar a ser consciente. Los niños aprenden que la Pausa y la Parada forman parte del juego y del uso de la pantalla. No tengas demasiado en cuenta el hecho de que no utilicen el Gametimer cuando tú no estés cerca. Puedes observar las horas de juego de los últimos 7 días en las estadísticas.

5.

Llegar a acuerdos acerca del tiempo dedicado al juego y a la pantalla no es algo sencillo. Esto se debe principalmente a que los niños no tienen horarios fijos. Si configuras un buen programa en el Gametimer, tu hijo/a será capaz de planificar fácilmente el tiempo diario dedicado a la pantalla.